
¿A quién no le apetece una lasaña con su queso gratinado?
Pues la receta que hoy os traigo os va a satisfacer ese antojo y además os lo va a satisfacer tanto de día como de noche, porque es una lasaña ‘low carb’, ideal para cenar y quedarnos saciados. A continuación tenéis la receta, ya me contaréis qué os parece, a mi me ha encantado y la hago casi todas las semanas.
INGREDIENTES:
- Un calabacín grande en láminas
- 4 latas de atún natural
- 1/2 cebolla
- un puñado de aceitunas negras
- tomate natural triturado o un tarro pequeño de tomate sin azúcares añadidos (yo uso el de la marca Sannia de Eroski).
- Especias (hierbas provenzales, albahaca, pimienta, ajo…)
- Dos lonchas de queso edam light.
PROCEDIMIENTO:
En una sartén sofreímos la cebolla picada junto con el tomate y las especias. Primero ponemos a fuego alto la cebolla, cuando se vaya dorando, bajamos el fuego, añadimos el tomate, al gusto, yo he puesto unas 5 cucharadas, incorporamos las latas de atún escurridas y las especias, vamos moviendo y cuando ha reducido el agua que salta el atún y el tomate, lo retiramos del fuego y añadimos las aceitunas picadas.
En un molde de cristal apto para horno colocamos una capa de láminas de calabacín, cubrimos con el sofrito, volvemos a colocar una capa de calabacín, ahora podemos hacer trozos una loncha de queso y ponerla encima, repetir el procedimiento hasta acabar los ingredientes, la última capa debe ser de calabacín, no creo que os salgan más de 3 capas de láminas. Por último añadimos la otra loncha de queso en trocitos para que gratine en el horno.
Lo metemos al horno a 180º precalentado, unos 20 minutos, dependerá de hornos, vigilamos que se haya dorado el calabacín y el queso de la capa de arriba.
¡A disfrutar alimentando cuerpo y alma!